Proyecto Educativo

El Colegio William Kilpatrick, fundado en 1979, es un colegio laico, formado por una comunidad de 350 estudiantes. Brinda educación integral, poniendo énfasis en el desarrollo personal, la formación de valores, enseñanza intensiva de inglés, respeto a la diversidad.

 

Lo que nos identifica

El sello del colegio lo constituye un clima organizacional que favorece la expresión de la niñez y la juventud, el desarrollo de una emocionalidad equilibrada, el pensamiento crítico y normas de convivencia orientadas hacia la búsqueda de la autodisciplina.

Principios de la educación Kilpatriana

CADA ESTUDIANTE ES ÚNICO

Reconocer a cada alumno o alumna por su nombre, identificar sus características personales, tratarlo de acuerdo a éstas en su proceso de aprendizaje es uno de los grandes fines de nuestro colegio para que ellos crezcan sintiéndose queridos y aceptados.

LA DIVERSIDAD NOS ENRIQUECE

Nuestro colegio se declaró laico desde su fundación, comprometiéndose a integrar en su seno familias que tienen distintos credos religiosos, políticos, nacionalidades, formas de ser y pensar. Así es como nuestro alumnado aprende a convivir en la diversidad, dándose cuenta que las diferencias no son una barrera para la amistad y el compañerismo.

LA EDUCACIÓN ES LA VIDA MISMA

Los seres humanos aprenden sólo lo que viven: formarlos es orientar su desarrollo desde la vida y para la vida. El aprendizaje de los conocimientos y destrezas, habilidades sociales adquieren significado en tanto se las incorpora a situaciones de la vida cotidiana.

INSTRUIMOS Y FORMAMOS AL MISMO TIEMPO

Cuando enseñamos matemática, inglés o historia estamos también proporcionando los estímulos para que nuestros alumnos aprendan actitudes y valores.

Esto depende de “cómo” el profesor organiza su clase y crea un clima adecuado para la formación.

COMUNIDAD DE VIDA Y TRABAJO

Salidas a terreno, actividades de financiamiento de giras de estudios, trabajos en grupo, ferias científicas, la participación de los padres en actividades de clases y otras iniciativas sociales contribuyen a hacer del colegio esta comunidad en la que sus profesores, alumnos y padres se unen para educar y formar.

CONVIVIR ES UN DESAFÍO DIARIO

Que nuestros alumnos pertenezcan a un grupo, sean protagonistas en la vida de su curso y el colegio, son sentimientos que fomentamos cada día.

Para ello, lo primero, es que niños y niñas aprendan a quererse. Desde prekinder se crean las condiciones para que ellos compartan, conozcan a sus compañeros a través de actividades cotidianas que estimulan el compañerismo.

INNOVAR: UNA OBLIGACIÓN DE NUESTROS PROFESORES

El dinamismo de la vida actual hace indispensable que nuestros profesores se esfuercen en la creación de diversas estrategias para enseñar.
Pensando en sus alumnos y sus necesidades, en lo que va pasando en el mundo, los cambios sociales y tecnológicos, los conflictos de la vida actual; todo puede ser un estímulo creativo para que el profesor de nuestro colegio se inspire al momento de crear una situación de aprendizaje.

DESPERTAR LA CREATIVIDAD

Cada niño o niña tiene este don. Nuestra labor es proporcionarles el espacio para que se realice y se exprese.
Con cuánto gozo los niños nos demuestran sus dotes creativas en las diversas manifestaciones de la vida del colegio: las ferias científicas, las actividades de literatura, arte, en los talleres, los recreos, las instancias en que gestionan sus giras de estudio, el aniversario del colegio, en fin, el colegio puede ser un laboratorio para inventar.
Está dentro de las tareas de cada profesor, que a su vez tiene esta potencia creativa, desarrollar en sus clases actividades en donde sus alumnos pongan a prueba su creatividad.

RESPETO POR LOS ESTUDIANTES

Un aspecto fundamental de este principio, es el reconocimiento de cada etapa de vida, con sus características y necesidades propias.
En todo momento, tenemos presente estos aspectos de la socialización:

El colegio se propone formar una personalidad:

  • Equilibrada, imaginativa, autónoma, emprendedora, con voluntad y espíritu de superación y con actitudes solidarias, democráticas y de compromiso con los problemas que afectan a la sociedad.

  • Provista de un código ético basado en valores humanos universales.

  • Con capacidad para respetar derechos, cumplir deberes, dialogar y ejercer el liderazgo compartido.

  • Con disposiciones para actuar como una persona que integra el saber y tiene capacidad para aplicarlo en la comprensión e interpretación de los significados de la cultura y de la vida social.

  • Con capacidades para resolver problemas y situaciones de vida con creatividad y pensamiento reflexivo.

  • Con actitudes de trabajo al servicio de los proyectos de vida personal y social.

Se trabaja creando condiciones para conformar dentro del colegio una verdadera «ciudad educativa», dotada de identidad propia – «espíritu kilpatriano» – y en donde el alumno aprende en la práctica diaria y con el apoyo de sus familias, conductas de vida personal, moral, cultural. 

De este modo, alumnos y alumnas:

  • Construyen vínculos afectivos con sus profesores y compañeros.

  • Desarrollan sentimientos de pertenencia a su curso y colegio.

  • Viven en un clima de amor y respeto. Se les tiene confianza y tienen un rol importante en la vida escolar.

  • Son respetados en su diversidad y pueden expresarla en distintos espacios que enriquecen el mundo escolar.

  • Expresan su vida emocional y las transformaciones que sufren a través de su desarrollo.

  • Sienten que sus sentimientos y conflictos forman parte de su evolución personal. Son atendidos y observados en su vida emocional.

  • Aprenden a comprenderse a sí mismos y a manejar un lenguaje para expresar su mundo interno.

  • Aprenden a vivir la disciplina como un marco que establece los grados de libertad individual y colectiva; y que favorece la construcción de su conciencia moral.

  • Pertenecen a cursos que se constituyen en grupos y solidarizan a través de la vida diaria y la consecución de metas comunes.

  • Participan en eventos comunitarios que rompen el esquema de los cursos y permiten la integración de todos los alumnos y la participación de familias y profesores.

El colegio aplica los planes y programas del Ministerio de Educación, complementándolos y profundizándolos con contenidos en que se equilibran los intereses de las familias con los imperativos que tiene el propio colegio de brindar al alumnado una educación integral.

Para profundizar contenidos del currículo ver Revista «Pensamiento Educativo», volumen 23 de 1998, Facultad de Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

  • De cinco a siete horas de clases de inglés en sala, complementado con laboratorio. Desde 1º Básico a 4º Medio sistema de grupos o niveles.

  • Educación Física y práctica deportiva está a cargo de profesores especialistas desde Prekinder. Entre 3° y 4° año básico se imparte un año obligatorio de natación, que se efectúa en piscina del Estadio Israelita. Cursos de educación básica practican atletismo en Estadio San Carlos de Apoquindo. Las selecciones deportivas se conectan con otros colegios mediante un programa periódico de juegos y competencias, unas masivas, otras selectivas-representativas.

  • Yoga integrado al plan de estudio desde prekinder a 4° básico y como electivo desde 7º a 4º medio.

  • Las Ciencias Naturales tienen entre 7 y 9 horas de clases semanales desde 7° básico a 2º medio, que se imparten desagregadas a través de las asignaturas de biología, química y física.

  • Talleres electivos: yoga, arte, música, teatro, deportes, cocina y otros, que se van programando de acuerdo a las necesidades e intereses expresados por los alumnos.

  • Programa de Orientación, desde prekinder a 4° medio, trabajando en aula dimensiones tales como: la sexualidad, conocimiento de sí, el proyecto de vida personal, convivencia y conflictos interpersonales, sentimientos y emociones, visión de futuro, comunicación y asertividad, vocación personal, etc. Este programa se desarrolla en horas de clase semanales que oscilan entre 1 y 3, según el nivel del curso.

  • El colegio dispone de una infraestructura física y equipamiento tecnológico que permite efectuar una enseñanza estimulante para el alumnado. Se destacan en el ambiente los jardines y áreas verdes, los murales de ornato elaborados por los propios alumnos y una arquitectura escolar cómoda y funcional para la atención de cursos con una matrícula máxima de 26 alumnos por curso, lo que permite crear las condiciones de confort, seguridad, clima organizacional que exige el desarrollo del proyecto.

  • Se mantiene contrato con Centros Deportivos de la Comuna para el uso de sus gimnasios, canchas y piscinas (Estadio Israelita, San Carlos de Apoquindo).

En su paso por el ciclo de educación básica, el alumno puede optar por diversos talleres que complementan el plan de estudio mediante actividades de tipo deportivo, artístico, científico, tecnológico. Los talleres dan a los alumnos oportunidad para probar y practicar intereses y habilidades que les permita experimentar, conocerse mejor y avanzar en la construcción de su perfil vocacional. 

TALLERES

  • Deporte infantil

  • Cocina

  • Arte Entretenido

  • Básquetbol

  • Teatro

  • Selecciones de fútbol femenino y masculino

  • Trabajo Manual

  • Escuela de fútbol

  • Yoga

  • Pintura y dibujo experimental

  • Literatura y comprensión lectora

  • Ciencia Experimental

Los alumnos participan en iniciativas culturales que forman parte de un programa anual incorporado al curriculum. Estas acciones tienen como propósito la aplicación práctica de contenidos de los planes de estudio, la integración del saber, la apreciación estética, la comunicación con el entorno social, el encuentro con la ciudad, etc.
Entre otras: teatro, ballet, conciertos, festivales de música, visitas a museos, galerías de arte, salidas a sitios históricos, visita a eventos culturales puntuales como las Ferias científicas, tecnológicas, literarias y muchos otros.

La formación de valores es un compromiso del Colegio con la educación que se brinda al alumno. Entre estos, la solidaridad se ha instalado como una práctica que se vive a diario al interior de nuestra comunidad y se hace extensiva a la comunidad que lo rodea. Diversos grupos han llegado al corazón de nuestro alumnado y les han hecho movilizarse en exitosas campañas de solidaridad: niños afectados de cáncer, comunidades necesitadas de recursos a lo largo del país, la Ciudad del Niño, Protectora de la Infancia, hogares de ancianos, centros de acogida, etc. 

En la construcción del sentido de pertenencia y de los vínculos de afecto – elementos distintivos del colegio – la recreación es una gran aliada metodológica. Para integrarla intencionalmente al curriculum se organiza un programa anual de actividades recreativas, que invita al alumno a participar con espíritu lúdico y alegría junto a sus compañeros, profesores y padres; brindándoles oportunidad de ser protagonistas y al mismo tiempo poner en práctica sus habilidades sociales y creativas.
El aniversario del colegio, los encuentros deportivos con otros colegios, los torneos, las convivencias, las excursiones, campamentos, paseos – entre otras – son iniciativas que hacen estimulante el trabajo del colegio. 

Giras de estudio en distintos momentos de la vida escolar (6º básico, 2º medio), gestionadas por padres, alumnos y profesores constituyen una rica experiencia formativa: por la necesidad de organizarse para conseguir recursos, compartir responsabilidades en grupo, la oportunidad de conocerse y convivir en otros espacios, hacen que estas actividades sean inolvidables y fortalezcan los vínculos de amistad.